Joana quiere para su hija, una habitación de ensueño en la que pueda crecer y tener todas sus necesidades cubiertas. Pero que sea su propio mundo de los unicornios. Para conseguirlo, hemos puesto el foco en varios puntos:
El confort: Una emoción presente en los sentidos. Todo aquello que vemos, olemos, tocamos u oímos debe bailar a un mismo son. De ahí la importancia de los textiles de lino lavado y suave algodón acompañados de un papel pintado que hará las delicias de esta habitación. Un papel de línea vintage que nos permite jugar con elementos modernos y otros más clásicos. Esta solución será el foco de la estancia aportándonos calidez y profundidad. Será el campo de rosas por el que corre su unicornio. Se consiguió con este papel de The little club
La funcionalidad: Muy necesaria, cuando se trata de una niña que crece. El espacio es pequeño pero hemos creado cuatro áreas bien diferenciadas. La zona de estudio, la zona de dormir, la zona de vestirse y un espacio polivalente y personal.
El bajo de la cama se ha aprovechado para que sirva de almacenaje a juguetes, ropa de cama, calzado y calzado de temporada. Una cama ideal de Muebles Lufe
El escritorio es lo suficientemente amplio para que le sirva a medida que crece. Y la zona polivalente… ésta es nuestra preferida.
Perchero, tocador y zona para cuadros, fotos y libros en una simple balda de 8 cms de fondo rematada sobre un precioso zócalo. ¡Podrá personalizar esta pared a medida que sus gustos cambien!
Deseo…¿Qué deseo?: Cuando nos enfrentemos a la decoración de una estancia, siempre soñamos pero pocas veces en alto. Joana lo ha hecho y no ha dudado en dejar que ciertos accesorios que le enamoran, formen parte de la habitación de su hija: su nombre en madera, las guirnaldas de luces o el cabecero Sol . Y ¿Qué decir de la lámpara de macramé hecha de la mano de Flor de Awita ? Si lo deseas…ve a por ello!
Todo ello nos lo cuentan sus emociones: Calma, Confort y Deseo. Así es su historia…