Compartimos contigo un sueño de verano… que la decoración de nuestra casa se llene de FRESCURA, de brisa, de mar.
En nuestro sueño, ella es la protagonista de nuestra casa durante estos meses. La frescura, que se queda al otro lado de la ventana de nuestra casa calentita durante el invierno, es invitada a pasar, provocando a veces que el calor se vaya y otras veces, mezclándose con él, llegando a un equilibrio perfecto. Porque en realidad, calorcito y frescura no pueden vivir el uno sin la otra, aunque en ocasiones necesiten darse un poco de espacio.
¿Quieres saber cómo conseguir que tu casa respire frescura en verano, sin tener que realizar grandes cambios? Lograrás así, ser más sostenible en la decoración de tu casa y además, no realizar gastos innecesarios.
ALLÁ VAN ALGUNAS CLAVES
1. Como te comentábamos, si los colores, materiales y mobiliario principal de tu casa son neutros, permiten que, añadiendo, quitando o cambiando pequeños elementos, complementos o accesorios, logres diferentes sensaciones en las diferentes épocas del año.
2. ¡Haz un cambio de armario con tus textiles! No te pasa que… cuando llevas a cabo esa “revitalizante” actividad, sacas la ropa del verano anterior y te la pones… ¿sientes como si la estrenaras?? ¡Pues te pasará lo mismo con tu sofá, tu cama…¡con toda tu casa! ¡parecerán nuevos!
Sólo necesitas unas pocas piezas clave, por ejemplo una manta, unas fundas de cojín… y cambiar unas por otras, bien sea primavera/verano u otoño/invierno. Guárdalas junto a tu ropa de temporada en el altillo del armario.
Otra opción es tener cojines reversibles, por un lado calidez y por el otro, frescura! Prueba a confeccionarlos tú misma!
3. Esta te suena de algo seguro… retira las alfombras que te den sensación de calor. O incluso mejor, apuesta por una alfombra atemporal, que no sea de pelo largo y que puedas mantener durante todo el año. ¿La ideal? una de fibras naturales, que no tiene por qué ser áspera, puede ser de algodón trenzado y de un color neutro y natural. Éste es un ejemplo de esa mezcla de la que te hablábamos al principio… ¡Una alfombra que te aporte calorcito, con su mera presencia, en invierno y frescura, al notar su suavidad bajo tus pies descalzos, en verano!
Ese pelo que tanto te gusta lo puedes disfrutar en invierno, en una manta o en un cojín, que puedes colocar sobre el sofá o extender en el suelo si te apetece y luego guardar fácilmente cuando llega el verano.
4. Unas cortinas de algodón o de lino son perfectas en esta época… bueno, en realidad para todas las estaciones del año.
Si tus cortinas están fruncidas, estíralas durante el verano. Si llevan tira de fruncir, siempre puedes descoserla y añadirle otra dejando la tela más extendida! No perderá su función.
Nuestra propuesta: En invierno, tus cortinas pueden contar con un paño extra en cada ventana, Así quedarán más tupidas, creando un ambiente acogedor, sin dejar pasar esa luz que también anhelamos durante esta época del año
Ahora, ¡retira ese paño extra y guárdalo! Estíralas, que queden poco fruncidas, aportando ligereza y dejando pasar mucha luz, tamizada y fresca.
COLORES, que atrapen la luz y la brisa fresca de la mañana.
1. COLOR DE BASE, en elementos de mayor superficie, paredes, cortinas, alfombras, muebles principales… Siempre claro: Blanco, gris claro, beige suave… tonos que reflejan y multiplican la luz que entra en tu casa, hacen que los días duren más, que el tiempo se pare… No atraen, no absorben el calor.
Tener una base Neutra en la decoración de tu casa es imprescindible si te gusta cambiar las sensaciones de tu casa en diferentes momentos, añadiendo colores de acento.
2. ACENTOS DE COLOR, en elementos de pequeño volumen, textiles, muebles auxiliares, decoración…:
Los más habituales, monocromáticos, los toques azules o verdes sobre blanco.
También puedes jugar con binomios de color. que te acerquen a la naturaleza, al sol y al mar. TRUQUI: Usarlos siempre en diferente proporción, que uno tenga más protagonismo que el otro. Allá van algunas parejas frescass:
- Amarillo y azul, un acierto seguro con un toque de energía. El truco para conseguir más frescura, que al menos uno de ellos sea suave y que predomine el azul.
- Amarillo y verde. Sobre una base en blanco, mucho mejor.
- Rosa suave con verde, una mezcla que te sorprenderá Un paseo por el campo, a la sombra de los árboles. Relajante y sugerente.
Tú eliges la fuerza o la saturación. Si te decantas por acentos de color fuertes como el azul índigo por ejemplo, la base ha de ser blanca o de color, muy muy claro. ¡Te transportará a una isla griega al momento!
TRUQUI: si el color de base de tu casa es de un tono un poco oscuro, opta por acentos en tonos muy suaves o directamente en blanco, para conseguir esa frescura.
MATERIALES, TEXTURAS Y ESTAMPADOS: que te inviten a andar descalza, cerrar los ojos y simplemente sentir esa frescura sobre tu piel.
Naturales, sin brillo, el algodón, el lino el cáñamo… Son fibras que regulan la humedad, que se adaptan a tu temperatura cuando, por ejemplo, te echas la siesta sobre un cojín, o sobre tu toalla en la playa… Las cestas o el mobiliario auxiliar fabricado con fibras naturales, sin teñir, nos trasladan al momento a una casa junto al mar.

¿El estampado estrella? Y aquí no te descubrimos nada nuevo…Las rayas, por supuesto, en tonos blanco y azul. Un estampado que nos evoca el mar. También nos aportan frescura los motivos vegetales y cuanto más grandes son, más nos transportarán a un país tropical. Y ¿qué podemos decir de los estampados de frutas, como la piña o la sandía? Frescura, atrevimiento y alegría a partes iguales.
ACCESORIOS, DETALLES que refrescan la diferencia
1. Plantas naturales, no pueden faltar ¿Qué te vamos a contar? Las plantas naturales refrescan cualquier ambiente en verano y llenan de vida y energía tu casa durante todo el año.
2. ¡Saca tus piezas de vidrio de la vitrina!, jarrones, cuencos, la bombonera o incluso la cristalería… ve a algún mercadillo y hazte con una damajuana. La ligereza del cristal o el vidrio, ya sea transparente o translúcido, con cierto color turquesa y la manera en la que la luz incide y lo traspasa, te recordará a ese agua fresquita del río donde metías los pies, aquellas tardes de verano en el pueblo.
Una idea: Saca toda esa creatividad que llevas dentro y realiza un centro de mesa con varios elementos de vidrio, iguales o diferentes… añade un elemento vegetal fresco y siente la brisa al momento!
En general, la frescura y la ligereza van de la mano, así que una buena idea es guardar aquellos elementos que te resulten pesados, tener pocos objetos a la vista, para lograr una estancia despejada donde el espacio y la luz dejen paso a esa…
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